Aceptar los cambios, negarlos o resistirse a ellos, puede constituir una de las mayores luchas internas de la persona.
¿Qué significa aceptar? Significa vivir con lo que hay en cada momento. No es lo mismo que resignarse o conformarse, todo lo contrario. Cuando aceptas que la realidad está cambiando o que un área de tu vida está pidiendo a gritos ser modificada, le estás abriendo la puerta al cambio.
En la aceptación no hay control, hay conciencia de la situación, responsabilidad hacia uno mismo, y acción sobre aquello que sí podemos gestionar.
Cuando aceptamos, dejamos de luchar. Nos desprendemos de aquello sobre lo que no podemos actuar.
Aceptando activas el botón de la transformación y pasas a convertirte en participante del cambio. Puedes intervenir en él y, lo más importante, tienes el poder de decidir cómo quieres vivirlo.
De forma consciente, y situados ya en otro lugar, evaluamos nuestros recursos, capacidades y limitaciones y, de la forma que sea, elegimos participar en el cambio, es decir, ¡pasamos a la acción! Y en la propia acción ya hay cambio; de hecho, no hay cambio sin acción.
Eso sí, aceptar y actuar el cambio no nos otorga una varita mágica para lograr que nuestra realidad sea exactamente tal y como deseamos. Aceptar y actuar el cambio empieza por revisar y manejar, a nuestro favor, los pensamientos y emociones que tenemos respecto a lo que está sucediendo.
La vida es un continuo y permanente proceso de cambio. Siendo así, tenemos opciones (siempre las hay): podemos dejar que el cambio nos golpeé y nos arrolle, o bien podemos aceptarlo y actuarlo de la manera en la que decidamos hacerlo.
Tips para aceptar y actuar los cambios:
- Deja de resistirte, abandona esa batalla.
- Analiza tus pensamientos limitantes y emociones negativas, ¿qué es lo que te enfada, te irrita, temes o te supera del cambio?
- Comparte con los tuyos cómo te sientes, tus inquietudes y tus inseguridades.
- Relativiza los momentos de dolor, se transformarán y pasarán.
- Rebaja la rigidez, disminuye la exigencia y la necesidad de control.
- Aumenta tu flexibilidad y fomenta tu confianza.
- Ábrele la puerta a la creatividad, conecta con otras formas de afrontar el cambio.
- Con una mirada optimista, céntrate en las posibilidades y oportunidades que genera el cambio.
- Cambia los pensamientos negativos sobre el futuro por acciones concretas en tu presente.
- Asume riesgos. Si te equivocas no será un fracaso y sí un aprendizaje.
- Apóyate en la meditación y en el mindfulnnes.
- Agradece, agradece, y agradece.
Y tú, ¿aceptas y actúas el cambio? Exprésate. Te escucho, te leo, estoy.