¿El compromiso importa?

Deseamos cambios, avanzar en nuestra vida, conseguir objetivos, apostar por nosotros mismos…Lo que ocurre es que, a veces, se nos escapa revisar cuánto estamos poniendo del ingrediente esencial, nuestro compromiso

Una cosa es intención y otra compromiso. 

Una cosa es obligación y otra compromiso. 

Una cosa son las expectativas y otra compromiso. 

Una cosa es la exigencia, y otra compromiso. 

El compromiso es elegir permitir que las cosas sucedan. Es decidir una opción desde tu libertad, aceptando el coste de oportunidad de aquello que no eliges.  

«El compromiso activa el botón de avance, del cambio, de nuevas oportunidades y de una realidad diferente orientada hacia lo que deseas». 

En el compromiso hay aceptación, creatividad, transformación y aprendizaje. El compromiso implica responsabilidad; responsabilidad hacia uno mismo, y hacia la vida que quieres.

«Vivir desde el compromiso es vivir siendo el protagonista de la vida que eliges«.

Cuando no existe compromiso, la realidad se torna más lenta y es fácil instaurarse en la comodidad, en el temor, en las quejas y en las excusas. Casi sin darte cuenta, te sitúas cada vez más lejos de tus objetivos, tu confianza decrece, y el desequilibrio y la incoherencia aumentan. 

Tú escoges con qué comprometerte: contigo mismo, con personas, trabajos, amigos… y también decides el nivel de tu compromiso. El nivel condicionará los resultados y el éxito de nuestros objetivos. 

¡Potencia tu compromiso! algunos tips… 

  • Mírate y conócete: ¿qué necesitas en este momento? ¿qué deseas para tu vida? ¿qué te limita? ¿qué te cuesta?
  • Decide desde tu libertad con qué te comprometes.
  • Practica la aceptación.
  • Aumenta tu confianza.
  • Ten muy presentes tus fortalezas y recursos.
  • Aprende de tus errores.
  • Fomenta la autodisciplina.
  • Visualiza cada día aquello que quieres lograr.
  • Pon en acción tu compromiso, empieza con pequeñas cosas. 
  • La empatía será tu mejor aliada ante las faltas de compromiso contigo mismo
  • Renegocia tu compromiso, revísalo, redefínelo, e incluso, si fuera necesario, cámbialo. 
  • ¡No te olvides de celebrar tus logros! Cada meta conseguida es importante.

Te cuento una verdad verdadera: «Cuando realmente te comprometes, empiezan a pasar cosas maravillosas».

Comparte conmigo. Te escucho, te leo, estoy.

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